Haciendo limpieza de mi cartera que suelo tener siempre llena de todo tipo de papeles menos dinero–¡no sé como me las ingenio para ello! — encontré en el día de hoy, cuatro breves poemas impresos en los pequeños sobres de azúcar que conservo desde hace meses y que con un poco de suerte–l@s que superéis los 40 probablemente al igual que un servidor tendréis que usar gafas para vista cansada– podréis leer sus respectivos textos.
Creo sinceramente que es una agradable iniciativa de café «Candelas«, dado que saboreando un rico café entre amigos, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación y hacer partícipes a nuestros cinco sentidos de una hermosa combinación de aromas, colores y sabores, dejándonos llevar por la inspiración que siempre nos aportan la poesía y la música en general, aunque en este caso y de manera muy especial la música de Johann Sabastián Bach por medio de su cantata BWV 211.
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