Queridos Elvira y Ricardo, muchas gracias por vuestro cariño y  por estas deliciosas castañas 
El libro ‘Castaña, patrimonio gastronómico’ ha recibido el premio ‘ Best in the World ‘ 2010, galardonado en la categoría de mejor portada, obra del fotógrafo Mani Moretón. Los premios Gourmand Awards recompensan cada año a los mejores libros de cocina y vino del mundo.
Muchas gracias Purificación por este generoso regalo, gracias de corazón por este precioso libro dedicado a la castaña. Un fruto tan emblemático de Galicia que a muchas personas nos traslada cada año por estas fechas otoñales hacia la añoranza de  momentos y circunstancias muy felices de nuestra niñez aderezadas del suave calor de lo entrañable, del calor que nos aportaba la felicidad de compartir un sabor tan sabroso y especial con nuestros amigos, en aquellos barrios como el mío, el coruñés barrio del Gurugú donde era insólito observar la presencia de un vehículo circulando por la calzada.

Confieso que yo siento un cariño especial por la castaña, sabroso y entrañable fruto con ilimitadas posibilidades culinarias que es patrimonio gastronómico de todos y donde en este hermoso y excelente trabajo adquiere como actor principal, un valor merecidísimo y por fin exaltado como realmente se merece.
No quisiera yo extenderme en exceso con estas sentidas, emocionadas y humildes palabras, sólo pretendo agradecer a través de este espacio de encuentro a la Xunta de Galicia, al Consorcio de Turismo Ribeira Sacra, a los ayuntamientos de A Teixeira, Parada de Sil y Castro Caldelas, Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a la Diputación de Ourense, a Inorde y Cuevas y a todas las personas que de alguna forma directa o indirecta han aportado el cariño y el esfuerzo que ha hecho posible que el trabajo en equipo haya dado un resultado excelente en forma de este encantador libro para deleite de nosotros los mortales.
«Con castañas asadas y sardinas asadas no hay vino malo«
Son muchos y variados los refranes dedicados a la castaña que la sabiduría popular conserva en Galicia y que encontraréis en este bonito e ilustrativo libro. También encontraréis excelentes recetas-dificultad alta- de cocina.
Mi querida suegra Ángeles sabía que deseaba dedicarle a la castaña una entrada con especial cariño en mi blog y llamó a nuestros amigos Elvira y Ricardo que viven en el término municipal de Oza dos Ríos (A Coruña). La finalidad de esta agradable y emotiva visita era doble, por un lado saludar a nuestros amigos dado que hacía mucho tiempo que no nos veíamos y por otro lado, permitirle a este servidor que pudiera disfrutar de la belleza singular de sus castaños, unos árboles hermosos que llaman nuestra atención cuando nos situamos ante su frondosa belleza y encanto por su forma simétrica, circunstancia singular, grata y pienso que poco frecuente para mi asombro.
Sobre el suelo de esta hermosa finca, podéis apreciar la gran cantidad de castañas que esperaban generosamente para complacer a nuestros sentidos. En sólo 25 minutos de cocción-partiendo del punto de ebullición del agua sin sal- estarán listas para formar parte de nuestros zonchos, para degustar y sobre todo para compartir.

Mi querida suegra Ángeles ha decorado esta simpática y risueña calabaza que os desea salud y felicidad a lo largo del camino. María me ha ayudado a compartir con vosotros estos collares (zonchos en gallego) de castañas y os invitamos a degustar virtualmente su delicioso sabor; ¡una nada más!, que hay que compartir.

Muchos de nosotros recordamos con cariño y añoranza aquellas calabazas que vaciábamos para asustar a las vecinas que nos reñían con frecuencia por nuestras trastadas en el barrio y aquellos zonchos o collares de castañas que compartíamos una viene y otra va con nuestros amigos mientras jugábamos a ¡racacá, chiriviriví! (la cadena), huevo, pico, araña, ¡azorríscatela!, a los caños (las cuatro esquinas), al che o al fútbol; felices tiempos aquellos donde las TICs no intervenían en la escena cotidiana de nuestras vidas.

No me cansaré nunca de invitaros a conocer Galicia, a visitarla y a disfrutar de verdad de su belleza sin prisas, caminando pasiño a pasiño entre sus bosques. Los hermosos castaños son frecuentes por estas nobles tierras de la Ribeira Sacra y al amparo de sus agradables sombras podéis disfrutar del encanto de nuestra tierra que también es la vuestra, una tierra generosa y hospitalaria que os espera con cariño para recibiros con sus mejores galas.

La castaña de Galicia es un producto con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Desde este espacio de encuentro, comparto con vosotros mi sincero deseo para que las Administraciones Públicas con responsabilidades y competencias en materia agrícola, forestal, ecológica y turística coordinen generosamente esfuerzos para ampliar la masa forestal de castaños en nuestra tierra y para promover acciones de fomento y generación de empleo para mujeres y hombres emprendedores que se dediquen a la plantación y conservación de los castaños y a la explotación de este noble y sabroso fruto multidisciplinar como posible nicho de generación de empleo autónomo o por cuenta ajena.

Esta fotografía la saqué en la Plaza de España en Roma en el mes de agosto de 2010.

Noble y generosa castaña, ojalá poseyera este humilde aficionado a la gastronomía cualidades para expresarme de forma poética y dedicarte con cariño y añoranza una hermosa poesía por todas las cosas buenas que nos has aportado, nos aportas y nos aportarás a muchas generaciones de seres humanos.

Afortunadamente en este mundo siempre hay personas que poseen una sensibilidad especial para la lírica que les acredita como seres humanos ampliamente generosos a la hora de compartir. Yo sólo me limitaré una vez más en este espacio de encuentro a aportar mi pequeño grano de arena al calor de los fogones de nuestra cocina para mostrar mi sincero cariño a un fruto generoso y emblemático de Galicia.

Soneto a la castaña
Pelonas son pilongas, las castañas,
asadas y tostadas, son al fuego,
cosechas del otoño solariego;
de céreos barnices, sus calañas.
Mas, hacen a los fríos, sus campañas;
pelarlas con los dedos todo un juego,
placer donde sacarle piel o pliego,
son retos convertidos en hazañas.
Sus cápsulas colgadas en ramajes,
protegen a sus frutos encerrados,
así van evitando sus desgajes.
Gusanos al acecho, son osados,
perforan sus castaños embalajes,
mas, ellos: ¡a la brasa condenados!.

Pedro Acal.

Esta aportación en Gastronomía en verso se la dedico a toda mi familia, a nuestros padres y a nuestros abuelos, a nuestros familiares ya fallecidos y a mis amigos, especialmente a mis amigos y compañeros de la infancia con los que he disfrutado durante mi niñez de momentos inolvidables en nuestro barrio de Juan Castro Mosquera y en el parque de Santa Margarita en A Coruña.
Que la salud y la fuerza os acompañen siempre queridos amigos.
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