Inés, la hija de nuestra querida amiga Pili ha regresado de su estancia en Japón en el día de ayer y para celebrar que su madre es muy feliz por su vuelta a casa después de un largo año de estudios, María me ha pedido que comparta con ella esta receta de Pimientos del Piquillo de Lodosa rellenos de langostinos y champiñones que tanto le gustan y que mi esposa había cocinado en la última cena que habíamos celebrado en nuestra casa con nuestros amigos.
Bienvenida a casa Inés, bienvenida a tu querida tierra, cuida con mucho cariño a tu madre y a tu padre porque son excelentes personas,………………..¿Japón?………………..,Japón puede esperar; jajajajajaja.

Ingredientes para 8 personas:

Una lata de pimientos del Piquillo de Lodosa.
350 gramos de langostinos.
150 gramos de champiñones.
Dos cebollas pequeñas (una para la salsa).
Un diente de ajo.
Una lata de pimientos morrones pequeña.
Leche entera.
3 cucharadas de harina.
400 cc de nata para cocinar.
80 gramos de mantequilla.

Una pizca de nuez moscada.
Un poquito de vino de Rueda Solera.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.

Preparación:

1º.- Pelamos, limpiamos de arenillas y cortamos los langostinos en trocitos de un centímetro de grosor, les añadimos un poquito de sal fina y los salteamos ligeramente a la plancha durante unos segundos y reservamos.
2º.- Limpiamos muy bien los champiñones con un paño húmedo -no los lavamos-, los troceamos en brunoise, les añadimos sal y los salteamos ligeramente en un poquito de aceite de oliva virgen extra en una sartén y reservamos.  
3º.- Preparamos una sabrosa salsa bechamel, pochando una cebolla picadita en brunoise en la mantequilla y cuando esté doradita incorporamos la harina tostándola ligeramente para eliminar el sabor a harina cruda, una pizca de nuez moscada y la leche suficiente hasta obtener una salsa cremosa.
4º.- Incorporamos sobre la salsa bechamel los langostinos y los champiñones, removemos bien y dejaremos cociendo a fuego lento nuestros ingredientes durante unos cinco minutos.
5º.- Extendemos la salsa bechamel sobre una fuente con la finalidad de que se enfríe y posteriormente procedemos a rellenar los pimientos del piquillo que iremos colocando sobre una fuente refractaria.
Para hacer la salsa: En una sartén ponemos un poquito de aceite de oliva virgen extra, y comenzamos a dorar una cebolla picadita en brunoise y el diente de ajo bien picadito con un poquito de sal, durante unos tres minutos. A continuación, incorporamos los pimientos morrones cortados en trozos-si se rompe algún pimiento del Piquillo de Lodosa también- y pochamos nuestros ingredientes a fuego lento, durante unos 10 minutos más. Transcurrido este tiempo, incorporamos un poquito de Vino de Rueda solera y subimos la temperatura del fuego hasta consumir el alcohol. Posteriormente añadimos la nata, corregiremos el punto de sal, y a fuego lento obtendremos una salsa rica y cremosa. Finalmente, pasaremos los ingredientes por el chino. 
6.- Para finalizar, comenzamos a rellenar los pimientos del piquillo, y los iremos situando sobre una fuente refractaria, incorporamos la sabrosa salsa sobre ellos e introducimos la fuente en el horno previamente precalentado entre 160º C ó 170º C durante unos diez minutos.
Si de verdad queréis complacer a vuestros comensales, os recomiendo que los pimientos sean de excelente calidad. María y yo estamos de suerte porque habíamos ganado un concurso con una receta de Pimientos del Piquillo de Lodosa rellenos de Mozzarella así que aún nos quedan en nuestra despensa unas latas de este excelente producto gastronómico para compartir.
Comenzamos a rellenar los pimientos del piquillo, y los iremos situando sobre una fuente refractaria, incorporamos la salsa sobre ellos, e introducimos la fuente en el horno previamente precalentado entre 160º C ó 170º C durante unos diez minutos.
 ¡Qué ricos compañer@s!
Ante vosotros un plato exquisito cuyo valor añadido es que podéis prepararlo el día anterior a la comida o a la cena que tengáis programada con la familia o vuestros amigos.
Para emplatar decoramos con unos langostinos salteados ligeramente a la plancha y perejil picado.
Si Dios quiere disfrutaré como afortunado mortal de unos días de vacaciones en el mes de septiembre así que mientras tanto os deseo a tod@s unos felices días de verano y os invito como siempre a compartir lo mejor de vosotros mismos con vuestros familiares, amigos, compañeros y sobre todo con las personas que necesitan de más ayuda, comprensión y afecto en estos tiempos grises.
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